Si queremos un Mundial es para ver partidos como éste. Jugaban Inglaterra e Italia, pero no les hizo falta tirar de nombre para dar empaque al partido: hablaron en el campo. Italia ganó por 1-2 el mejor encuentro de lo que llevamos de torneo a una Inglaterra que demostró en Manaos el potencial que tiene esta nueva generación de la pérfida Albión. No hubiese extrañado a nadie que los de Hodgson se hubiesen llevado al menos un empate, pero háblale a Italia de méritos. Una Italia que fue fiel a su estilo, al menos al estilo que tiene esta Italia de Prandelli, con el balón como protagonista, pero cuando tuvo que tirar de Historia supo cómo hacerlo.
Con Rooney escorado a la izquierda, Sturridge en punta y Sterling, la sorpresa del once, de “diez”, los pross comenzaron pletóricos. La permuta de posiciones en el ataque británico fue una constante y no lo pasó bien la zaga italiana, con un Palletta sobrepasado por las circunstancias y un Chiellini que se sintió más cómodo atacando en el lateral que defendiendo. Sustituto del lesionado De Sciglio, el de la Juventus quiso aprovechar la coyuntura para pisar campo contrario. Fue Darmian, lateral del Torino, el mejor de los transalpinos en defensa.
Sirigu era el portero titular de Italia en detrimento de un lesionado Buffon, y los ingleses no dudaron en ponerle a prueba desde fuera del área: primero Sterling y después Henderson sacaron las armas sin necesidad de pisar el área de castigo, y poco después una jugada de Welbeck estuvo a punto de ser rematada por Sturridge de no ser por la intervención de Barzagli, que despejó lo justo. En medio del Amazonas se estaba viviendo un vendaval británico.
Pero Italia también tenía sus argumentos y el centro del campo la voz cantante: De Rossi por delante de la defensa, Verratti a su derecha y Pirlo a su izquierda querían llevar el timón del partido e Inglaterra aprovechar el viento a la contra, pero Italia sabe manejar el temporal y en un córner, Pirlo dejó pasar el balón para que Marchisio disparase desde fuera del área un ajustado lanzamiento que se coló junto al palo derecho de Joe Hart. Aún estaba Italia pensando en el gol cuando, dos minutos después, Inglaterra escribió una línea más en el manual del contraataque: Sterling mandó un balón a la banda izquierda que Rooney recogió para centrar al área, donde estaba Sturridge atento para mandar el balón a la red. Un par de minutos que hacían justicia al gran partido que estábamos viendo.
Andaba por ahí también Balotelli, y raro hubiese sido que no se quisiera sumar a la fiesta. Casi sin ángulo, con un defensa y el portero delante, el del Milan lo intentó con una vaselina que sacó Jagielka debajo de los palos en lo que hubiese sido un golazo. Después Candreva, con un disparo al palo, certificó que a Italia no le había hecho mucha gracia el empate.
El segundo tiempo comenzó como el primero, con Sterling y Sturridge incordiando a Italia, pero de nuevo fue la Azzurra la que se adelantó al marcar Balotelli de cabeza un gran centro de Candreva. El de la Lazio (poco le queda ahí) firmó un partido mayúsculo. El encuentro cambió porque así lo quiso Italia: Prandelli dio entrada a Motta por Verratti y se olvidó de la posesión en campo contrario para esperar a Inglaterra, y los pross no se sintieron tan cómodos llevando la iniciativa. La tuvo Rooney dentro del área y Baines protagonizó después un buen lanzamiento de falta, pero Sirigu despejó con solvencia. Buen partido del arquero del PSG, aunque Prandelli ya ha confirmado que Buffon volverá para el siguiente encuentro si está recuperado de sus molestias.
Aún hubo tiempo para la guinda: Pirlo se dispuso a ejecutar un lanzamiento de falta, y su toque de balón hizo tal extraño que Hart se fue para un lado y el balón para otro, pero al larguero le pareció que el 1-2 ya era suficiente y el partido terminó con la victoria de Italia, la esperanza inglesa de cara a próximos encuentros y un espectáculo para el espectador neutral. Tras la primera jornada del grupo de la muerte, el de Italia, Inglaterra y Uruguay, es líder Costa Rica. Empezamos bien.