Decía Vicente Del Bosque antes del sorteo de los grupos para el Mundial de Brasil 2014, que lo único que quería era evitar a Chile en la primera fase. Pues la primera bola, en la frente, porque la selección dirigida por Jorge Sampaoli será una de las rivales de España. Un equipo sin grandes estrellas pero fantásticos futbolistas, que brilla especialmente por su funcionamiento colectivo. Hace cuatro años ya nos pusieron las cosas difíciles.
Pero la dificultad para los nuestros no termina ahí, ya que su estreno mundialístico será enfrentándose a Holanda. Reedición de la final de Sudáfrica 2010 para comenzar. Prohibidos errores como el de Suiza. España deberá llegar en plenas condiciones a la primera cita, ante una Holanda renovada en sus posiciones más atrasadas, pero que mantiene la dinamita de su ataque con cracks de la talla de Van Persie y Robben.
Y para cerrar el grupo, el rival más asequible a priori: Australia. Una selección que suele competir por encima de sus posibilidades en las citas mundialísticas, pero que a pesar de ello no debería suponer ningún obstáculo para España, Holanda y Chile.
Por si fuera poco, el grupo de España se cruzará en octavos de final con el grupo de Brasil. Por este motivo el seleccionador nacional ha declarado ya en varios medios que es primordial clasificarse como primeros de grupo para evitar a la anfitriona en la primera eliminatoria. Sería un hueso demasiado duro de roer.
Las grandes afortunadas del sorteo han sido por una parte Francia, que cogió un billete de última hora desde la repesca y sin embargo ha caído en el grupo más asequible. Como también lo es el de Argentina, que tendrá en Nigeria, la campeona de África, su rival más complicado.
¿Y cuál es el grupo de la muerte? Aunque desde diversos medios ya nos hemos agenciado ese calificativo para nuestro grupo, sería injusto no decir lo mismo del Grupo D (Uruguay, Italia, Costa Rica e Inglaterra) o del Grupo G (Alemania, Portugal, Ghana y EEUU).
