El Mundial no ofrece pausas, y si ayer se despedía de Brasil la actual campeona del Mundo, hoy en Sao Paulo otro de los combinados de renombre ha dejado su futuro en el país carioca en manos de Italia. La Inglaterra de Roy Hodgson ha vuelto a caer, y esta vez ofreciendo una imagen mucho peor que la que enseñó ante Italia. Luis Suárez, operado recientemente del menisco, ha sido el héroe de una Uruguay que tras el descalabro contra Costa Rica resucita y mantiene las opciones de clasificarse para los octavos de final intactas. Los pross necesitan ganar a Costa Rica en la última jornada y esperar a que Italia alcance los nueve puntos, por lo que los azzurri deberían vencer a los centroamericanos y al combinado celeste.
El partido ha tenido momentos estelares. El tiro directo de Rooney en la primera mitad que se ha marchado por centímetros, el doble intento de gol olímpico de Suárez, el paradón de Diego Muslera a un disparo desde el área pequeña del delantero del Manchester United… Inglaterra y Uruguay son dos combinados plagados de estrellas consolidadas y lo han demostrado sobre el césped. Sin embargo, unos han rallado a un nivel mayor que otros. El centro del campo de Inglaterra, formado por los reds Gerrard y Henderson, no ha estado a la altura de una selección de la que todos esperábamos bastante más.
En el otro bando, Uruguay, sin brillar en exceso, ha sumado sus primeros tres puntos en el Mundial gracias a la solidez defensiva de su pareja de centrales y a la dinamita que atesoran sus dos atacantes. Suárez ha puesto los goles, y Edinson Cavani las asistencias. En el primer gol celeste, el jugador del PSG aguantó en el balcón del área arrastrando a tres defensas mientras que el del Liverpool entraba por el segundo palo, justo ahí Cavani le puso el balón para que el pistolero superara a Joe Hart de cabeza. En el 2-1 definitivo, la presión de Cavani facilitó el error de Gerrard en el despeje, ‘asistiendo’ a su compañero de equipo, que fusiló sin piedad.
Inglaterra funcionó a su estilo, tarde y a arreones, sólo en los 20 minutos finales. De las botas de Sturridge nacieron las ocasiones más peligrosas de la selección del país que vio nacer el fútbol, aunque fue Rooney el que consiguió empatar y el que anteriormente había rozado el gol con un tiro de falta, un remate de cabeza al larguero y otro disparo dentro del área pequeña que rechazó Muslera. Sin embargo, el conjunto inglés no brilló ni dispuso sobre el verde los argumentos que se entiende que puede exponer con el elenco de futbolistas que le representan. Y cuidado, porque si gana a Costa Rica e Italia hace pleno, este equipo gris puede alcanzar los octavos de final. Aunque si quiere ir más allá, deberá reaccionar antes que la propia inercia les haga subir al avión de regreso a casa.