Mundial Brasil 2014: El destino esperó a Alemania

Con sufrimiento. Mucho. Pero Alemania se ha proclamado Campeona del Mundial de Brasil 2014. Un título que el destino le reservaba, para condecorar con una estrella en el pecho a una generación de futbolistas que se merecía formar parte de la historia de los mundiales. Desde los más veteranos como Klose, Schweinsteiger o Lahm, a los más jóvenes como Götze, Schürrle o Kroos, pasando por los Neuer, Özil o Khedira. La Alemania de Joachim Löw, después varios tropiezos que la fortalecieron, al fin ha encontrado la recompensa al trabajo bien hecho en base a una idea de juego realmente atractiva.

Pero no fue, ni mucho menos, un camino de rosas. Argentina no decepcionó a los que nos esperábamos a un equipo rocoso y bien armado en defensa, pero con las ideas muy claras a la hora de tener el balón. En la previa del partido señalábamos como una de las claves más importantes la debilidad de Alemania en la banda izquierda. Sabella lo sabía, y cargó el juego argentino hacia la zona de Höwedes. El lateral del Schalke no daba abasto con Lavezzi, y para más inri Messi -claramente de más a menos tanto en el partido como en el Mundial– se dejaba caer por esa zona. Hummels salía a banda para cerrar, pero nunca con acierto. Sufría continuamente ante la velocidad de los puntas de la Albiceleste. El central del Borussia firmó una de las peores actuaciones que se le recuerdan.

Alemania tenía el balón, pero no estaba cómoda. Argentina le invitaba a avanzar líneas con facilidad, pretendiendo que dejaran los mayores espacios posibles a su espalda para poder salir al contragolpe -qué escabechina podría haber firmado Di María-. Una vez llegaban a la zona de Mascherano, el conjunto germano se cortocircuitaba ante la que ha sido una de las figuras del Mundial. Se empezaba a notar la ausencia de Khedira, futbolista de importancia capital en el sistema de Löw. Su desafortunada lesión en el calentamiento le dejó en el banquillo, y en su lugar entró Kramer. Un choque con Garay le dejó noqueado, y el joven mediocentro abandonó el terreno de juego en beneficio de Schürrle. El del Chelsea pasó a banda izquierda, lo que alivió a Höwedes a la hora de cerrar su banda. Pero sobre todo sirvió para que Özil pasara a la zona central -aunque siempre con total libertad de movimientos- y Alemania ganara en criterio.

Y es que al conjunto teutón le costaba encontrar la forma de penetrar el entramado defensivo de Argentina. Seguramente fue la banda derecha donde encontraron el camino más despejado, gracias a las combinaciones de Müller y Lahm. El primero arrastraba a los rivales creando el espacio para las incorporaciones del lateral del Bayern de Múnich. Él fue uno de los mejores jugadores del partido, confirmando que Alemania comenzó a ganar el Mundial el día en el que Löw se dejó de experimentos y devolvió a Lahm al lateral.

De la primera parte, no podemos dejar sin mencionar el momento que quedará en la retina de todos junto al gol de Götze. Sí, me refiero al mano a mano de Higuaín que este falló de manera un tanto ridícula. Errar está permitido, pero la ejecución de la jugada fue pésima. En los partidos importantes, siempre se le baja la persiana de cara a puerta. Los madridistas pueden dar fe de ello.

Sabella retiró a Lavezzi al descanso y dio entrada a Agüero, pasando a una formación de 4-3-3 que se le atragantó a Alemania. Eran los mejores minutos de Argentina, y aunque no se traducían en ocasiones claras, tenían el partido controlado. El conjunto bávaro no encontraba la forma de conectar entre líneas. Enzo Pérez y Biglia encimaban a Kroos y Schweinsteiger, y estos por consiguiente abusaban del juego horizontal. Ante el empuje de la Albiceleste, Alemania se sostenía gracias a tres futbolistas: Neuer, que una vez más ha brillado por sus salidas sin necesidad de hacer paradas de mérito. Boateng, que contra todo pronóstico ha hecho el partido de su vida y se ha multiplicado para salvar el mal partido de Hummels. Y el propio Schweinsteiger, que ha protagonizado un despliegue físico absolutamente emocionante.

A Argentina se le pasó su momento, y en la prórroga dieron un paso atrás que Alemania supo aprovechar. La entrada de Gago al terreno de juego sustituyendo a Enzo Pérez habría pasado totalmente desapercibida, si no fuera porque por su culpa Mascherano tuvo que hacer el doble de trabajo. Parece mentira que el ex-jugador del Real Madrid aún siga teniendo minutos en esta selección. El que sí que cambió el encuentro con su entrada fue Götze. Y eso que durante los primeros veinte minutos prácticamente no entró en juego, pero entonces de una excelente jugada por la izquierda de Schürrle salió un centro para que Mario durmiera el balón con el pecho y lo enchufara sin dejar que botara en la portería de Romero. Un gol excelente que puso de manifiesto la enorme calidad y sangre fría del joven talento germano.

Quedaban aún diez minutos, pero Argentina nunca dio la sensación de poder reaccionar. Alemania lograba su cuarto título mundial, y se convertía en la primera selección europea en proclamarse Campeona del Mundo en el continente americano. Victoria sufrida, pero que hace justicia con el que ha demostrado ser el mejor equipo del campeonato.

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Daniel Iglesias

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