Lo que no hicieron España en 120 minutos ni Portugal en 90 lo hizo Theo Hernández en apenas 5: después de una jugada de Griezmann y un disparo de Mbappé, Theo recogió el rechace con la zurda, a una altura donde ya se puede rematar de cabeza, para marcar el primer tanto del partido y derribar las defensas de Marruecos, tarea que se antojaba improbable, visto lo visto. Un gol esencial que cambió el guion establecido, o al menos esperado: Francia tratando de encontrar huecos y Marruecos cómoda en el asedio, esperando su oportunidad para asestar el golpe. Hacia el final, Kolo Muani, en el primer balón que tocaba en el mundial, marcó el segundo tras una gran jugada de Mbappé y sentenció el choque: Francia se medirá a Argentina en la final.

Theo es lateral izquierdo, pero lo de marcar goles no le es ajeno en absoluto: ha anotado 20 desde que llegara a la Serie A en 2019, aunque sí es el primero que marca en el Mundial de Catar, y difícilmente se podría haber reservado un momento mejor. Ni siquiera era el lateral izquierdo titular, hueco que tenía el nombre de su hermano Lucas, que ya lo fue en el cetro conquistado en 2018. De todas las formas en las que Theo podría haberse hecho con el puesto, se dio la peor posible: por una lesión de su hermano en el primer partido contra Australia, pero lejos de reminiscencias bíblicas, no fue cainismo, sino algo más caprichoso como es el fútbol.

Con otras características diferentes a las de Lucas, Theo es mucho más ofensivo y no tiene la capacidad defensiva de su hermano, pero no tardó en demostrar en el mundial por qué es considerado uno de los mejores laterales zurdos del mundo, si no el mejor. Quizá Deschamps quería echar el cerrojo en una banda izquierda que cabalga Mbappé en el ataque, no muy dado a las ayudas defensivas, pero Theo ya sabe lo que es tener de socio a la estrella de equipo: en San Siro comparte costado con Leao, nada menos. Y sin embargo, no es algo que mengüe su capacidad para ser un ciclón por su banda.

En un Milan con protagonismo galo, Giroud ya sabía de las virtudes de Theo a la hora de servir oportunidades de gol. Solo faltó Maignan, que se perdió la cita catarí por lesión. Cuando Theo llegó al Milan, el equipo rossonero peleaba en Europa League y él era un lateral devaluado: después de irrumpir con fuerza en el Alavés, el Madrid lo vio como el futuro sucesor de Marcelo, pero quizá le llegó muy pronto la oportunidad y acumuló errores en sus minutos como madridista. La posterior cesión a la Real Sociedad no fue tampoco muy fructífera, por lo que los 20 millones que el Milan desembolsó por él se vieron como una apuesta, pero Maldini, uno de los mejores laterales izquierdos de la historia, lo tuvo muy claro. Unos años después, aciertos como el de Theo, como los de Leao, Tonali, Kjaer, Tomori, Giroud o Maignan, comandados por Pioli, devolvieron al Milan a lo más alto de Italia.

El domingo espera Argentina en la final, un nuevo paso en la carrera del lateral de Marsella, y esa banda izquierda con él y Mbappé será uno de los quebraderos de cabeza para la albiceleste y uno de los mejores argumentos de Francia.

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Gabriel Caballero

Periodista
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