Brasil ha necesitado ocho años para dejar de llorar. Los lamentos por el Mundial perdido en casa se han tornado en esperanza. El Maracanazo aún duele, pero a partir de ahora la herida, al...
Brasil ha necesitado ocho años para dejar de llorar. Los lamentos por el Mundial perdido en casa se han tornado en esperanza. El Maracanazo aún duele, pero a partir de ahora la herida, al...