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Un Atlético competitivo en cualquier escenario

¿Cuánto tiempo hace que no se escucha eso de que el Atlético de Madrid es el pupas del fútbol español? La responsabilidad cae principalmente en el Cholo Simeone, que ha convertido lo que era un grupo de jugadores con talento, pero irregular, en un bloque de cemento inquebrantable para los rivales, sea cual sea el escenario y las circunstancias.

En su debut en esta UEFA Champions League 2013/2014, el conjunto colchonero hizo gala una vez más de su aplastante personalidad. De esa garra competitiva de la que pocos equipos de Europa pueden presumir hoy en día. Y no solo cuando las cosas van sobre ruedas. No. El Atlético demuestra que incluso es capaz de sobreponerse a las adversidades. Que también en el sufrimiento se encuentra cómodo.

Victoria por 3-1 ante un Zenit que llegó al Vicente Calderón mostrando tanto respeto, que da la sensación de que se va pudiendo haber logrado algo positivo. Pero Spalletti, quizás desconfiado ante la baja de un hombre de importancia capital en su esquema como Shirokov, decidió salir de partida con una línea defensiva de cinco hombres que ahogó el carácter y estilo de su equipo.

En sus inicios, el partido fue lento, con dos equipos tímidos, más preocupados de no cometer errores que de provocarlos a su rival. El Zenit, por miedoso. El Atlético, por paciente. Los de Simeone no se dejaron llevar por la euforia de volver a la Champions, y plantearon el encuentro con calma, observaron a su rival, lo estudiaron y averiguaron la forma de hacerle daño. Poco a poco fueron encerrando en su campo a un conjunto ruso que ni siquiera era capaz de salir a la contra. De frenarlas se encargaban Mario Suárez y Gabi.

Y hay que reconocer que costó, porque por la simple acumulación de jugadores rusos en su área, a los atacantes rojiblancos les costaba culminar las jugadas. Así que tuvo que ser una vez más a balón parado el modo del que el Atlético se adelantó en el marcador, en un saque de esquina rematado a placer por Miranda, solo en el primer palo. Es impresionante cómo domina esta faceta del juego el Atlético, aprovechándose del guante de Koke en su pie derecho, y del poderío por alto de sus defensas. El gol lo anotó el brasileño, pero Godín tuvo un par de remates muy claros.

Cambio táctico de Spalletti al descanso

El técnico italiano se dio cuenta de que con su planteamiento inicial se iba a una muerte segura. El cambio de atacante por defensa era obligatorio, y así fue como dio entrada a Shatov retirando a Nieto. Un cambio de piezas que el Zenit agradeció, para convertirse en completo dominador del encuentro, con Witsel erigiéndose como protagonista y el Atlético sufriendo especialmente por su carril derecho.

Por esa zona llegaría el gol del empate en un contragolpe culminado con un cañonazo impresionante de Hulk. Fue prácticamente lo único que nos dejó el brasileño, pero como gran estrella que es, tuvo relevancia en el marcador. El partido se había dado la vuelta. El Atlético sufría. El Zenit quería más y a punto estuvo de encontrar premio en un lanzamiento de falta que Kerzhakov estrelló en el larguero.

Pero como decíamos, el Atlético es un equipo con tanta personalidad y seguridad en sí mismo, que incluso en los momentos de sufrimiento se encuentra cómodo. Y de lo que pudo ser el 1-2 se pasó al 2-1, en una jugada embarullada que tras varios rechaces terminó colándose en la portería rusa gracias a Arda Turan. El típico gol que hace cinco años encajaría, ahora el Atlético lo consigue cuando más lo necesita. La fortuna también juega al fútbol.

Ese afortunado gol local cuando mejor estaba el visitante, fue un mazazo para el Zenit. Spalletti dio entrada a Arshavin, pero el juego del equipo ya carecía del sentido del que hizo gala en el inicio del segundo tiempo. Tuvieron que correr mayores riesgos y el Atlético disfruta ante espacios para correr. Y así fue como Leo Baptistao, recién entrado al terreno de juego, logró el 3-1 definitivo tras asistencia de Arda.

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