Existe cierto pesimismo en la prensa española en lo referente a la eliminatoria entre Málaga y Borussia Dortmund. Se habla de cómo a pesar del 0-0 en La Rosaleda, los alemanes tuvieron ocasiones más que de sobra para irse con una victoria a tierras germanas. No les falta razón, pero es que en el fútbol los porteros también juegan, y anoche Götze y compañía se estrellaron contra un muro llamado Willy Caballero.
Que el Málaga pudo perder es una posibilidad. Al igual que lo es que pudo haberse ido con un 1-0 tranquilamente. Porque los de Manuel Pellegrini supieron competir de forma brillante, gracias a la experiencia de su retaguardia, liderada por un excelente Toulalan, y la calidad de sus atacantes. En especial un eléctrico Joaquín y un Isco que está aprovechando esta Liga de Campeones para presentarse ante toda Europa.
Del Borussia no nos sorprendió nada. Demostraron lo que ya llevamos años sabiendo: los pupilos de Klopp conforman uno de los mejores equipos de Europa. Colectivamente, muy pocos alcanzan su nivel. Su fútbol es un espectáculo visual, siempre digno de atención. Un híbrido entre el juego de toque del Barça y el fútbol directo del Madrid. Porque al Borussia le gusta tratar bien al balón, jugándolo por bajo, pero sin pérdidas de tiempo. Pocos toques y con la intención de avanzar metros, desordenando al rival a través de la movilidad de sus jugadores.
Y en punta, un gigante llamado Lewandowski con una calidad inmensa, que sirve de punto de apoyo para la línea de mediapuntas alemanes. Las incorporaciones de Reus, Götze y Grosskreutz son ya un sello de identidad de este Borussia Dortmund.
Pero el Málaga no le perdió la cara al encuentro en ningún momento, y lejos de amedrentarse, supieron llevar a cabo su estilo de juego conducidos por una afición que no quiere despertar de un sueño. Los andaluces también dieron mucho trabajo a Weidenfeller, especialmente en las jugadas a balón parado. En el juego aéreo puede estar una de las claves para el Málaga en el partido de vuelta.
Porque a pesar de acudir al Signal Iduna Park sin ventaja en el marcador, el no haber encajado goles puede ser un factor clave. La fortaleza del Borussia en casa le convierte en favorito, pero el Málaga ha demostrado que, las cartas que tiene, sabe jugarlas a la perfección. Es un equipo al que le sobran futbolistas de experiencia como para mantener el tipo en la vuelta. Veremos si pasa lo mismo con los jóvenes del Borussia, si los jugadores de Pellegrini son capaces de conseguir que pasen los minutos sin encajar un gol.
