Cuando tenía 15 años y me encontraba en el último año de cadetes me enviaron a defender la portería del equipo juvenil, no sé si porque estaba preparado o para perderme de vista. El caso es que en juveniles podía encontrarme con rivales hasta tres años mayor que yo, y en esas edades es un dato a tener en cuenta. Lo notaba principalmente en los saques de esquina, cuando tenía que vérmelas codo a codo con delanteros de barba poblada y cara de pocos amigos, y que tenían el objetivo primordial de que no llegase a ese balón por alto en aquellos campos de tierra. En un caso algo más conocido, un imberbe Iker Casillas debutó cuando apenas contaba 18 años con el Real Madrid en San Mamés ante el escaso rendimiento de Bodo Illgner y Albano Bizzarri. Su objetivo, evitar que marcasen futbolistas como Julen Guerrero, Etxeberria o Urzaiz. El resto es historia contada de una leyenda de la portería que en su primer año ganó ya como titular la Liga de Campeones. Con 16 años y ocho meses, apenas un juvenil, a Gianluigi Donnarumma le ha llegado la oportunidad de debutar oficialmente en un grande de Europa como el Milan: lo hizo el pasado fin de semana ante el Sassuolo y repitió ayer ante el Chievo Verona. Su presencia en el primer equipo rossonero ya daba que hablar en verano, cuando ocupó la portería en un amistoso ante todo un Real Madrid. Entró en el minuto 74 por Diego López, a quien ha quitado el puesto ahora, cuando ya habían sido sustituidos Cristiano, Bale o Benzema, aunque aún le dio tiempo a tener enfrente a futbolistas de la talla de James Rodríguez, Toni Kroos o Sergio Ramos. Desconozco cómo fueron los saques de esquina, pero para un chaval de 16 años tuvo que ser una fecha inolvidable.
No está siendo sencillo este inicio de temporada para el Milan de Sinisa Mihajlovic con una plantilla en la que se ha invertido mucho dinero pero que presenta lagunas y futbolistas que aún no han dado lo que se espera de ellos. La irregularidad ha sido una constante y la portería no ha escapado a esa tendencia: Diego López, que en verano sonó con fuerza para el PSG, fue una de las pocas noticias positivas el curso pasado, pero el excelente guardameta gallego ha mostrado también algún signo de irregularidad a lo largo de su carrera (recordemos que volvió al Real Madrid como suplente del Sevilla), y su inicio de temporada ha estado salpicado por aciertos y errores. Además se dice que su relación con el técnico serbio no es la mejor posible. Mihajlovic cuenta también con el veterano Christian Abbiati, otro adalid de la irregularidad, pero se ha saltado ese nivel para dar la alternativa al joven y espigado Donnarumma, de quien cuentan maravillas.
El otrora defensa de la Sampdoria y la Lazio no duda a la hora de alabar a su joven pupilo, asegurando que ahora mismo está a un nivel superior al de Diego López, aunque en un Milan necesitado de buenas noticias, la irrupción de un canterano supone algo más que una cuestión meramente deportiva. No es la portería el lugar más adecuado para realizar cambios y menos un chaval de 16 años el indicado para virar el rumbo de la nave milanista, pero lo cierto es que Donnarumma ha demostrado condiciones en estos dos partidos oficiales que ha disputado, aunque también haya tenido algún que otro despiste. El tiempo dirá si llega en el momento adecuado o se ha saltado algún que otro paso. Por cierto: quien ocupaba la otra portería en el partido de ayer, la del Chievo, era Albano Bizzarri.