Diez años han estado repartiéndose el Balón de Oro Cristiano Ronaldo y Messi, incluida la etapa en la que el galardón de France Football se fusionó con el FIFA World Player. Diez años en los que estos dos gigantes de la historia del fútbol no han dejado sitio a ningún otro jugador para proclamarse el mejor del mundo. El último en conseguirlo, hace diez años cuando ambos estaban creciendo, era un excelso Kaká, protagonista del último gran Milan que se vio en Europa. Ya lo rodearon en el podio, Cristiano segundo y Messi tercero, acechando a la presa.
Ambos eran y son devoradores de goles y de récords relacionados con estos, a pesar de que uno empezó como extremo y otro lleva un tiempo reciclando su juego hacia tareas más propias del ‘10’. El Balón de Oro ha tendido históricamente a premiar a futbolistas con una estrecha relación con el gol, ya sea marcándolos o facilitándolos, olvidándose un poco más de posiciones más retrasadas. Por eso llama más la atención si cabe que haya sido un futbolista como Modric el que ha conseguido desbancar a Cristiano y a Messi: un organizador de juego, un playmaker encargado de hacer que el equipo juegue y dejando los titulares a otros.
Pero es que Modric ha hecho lo suyo a la perfección, siendo el líder de una histórica Croacia segunda en el Mundial, siendo elegido mejor jugador del torneo y ganando la tercera Liga de Campeones consecutiva, cuarta en cinco años, en un Real Madrid del que es pieza vital. Ha habido consenso en este sentido, tanto en este galardón como en el The Best de la FIFA.
No son muchos en la historia los futbolistas que ganaron el Balón de Oro sin estar cerca del gol, y por eso es buena ocasión ahora para recordarlos. No se incluyen, por lo tanto, la gran cantidad de delanteros y extremos que se hicieron con el galardón, ni tampoco los centrocampistas ofensivos o mediapuntas como fueran Zidane, Kaká, Ruud Gullit o Michel Platini.
Lev Yashin (1963)
El único portero que ha logrado ganar el trofeo hasta la fecha, lo que refleja la dimensión de la “Araña Negra”. Solo los italianos Zoff y Buffon, con el Balón de Plata, lograron acercarse al hito del guardameta soviético del Dinamo de Moscú, que ganó la Eurocopa de 1960 y fue subcampeón cuatro años después en la final perdida contra España. En la clasificación del Balón de Oro de 1963 quedó por delante de Gianni Rivera, mito del fútbol italiano que lo ganaría seis años después.
Franz Beckenbauer (1972 y 1976)
Poco se puede decir que no se haya dicho del futbolista que reinventó la posición de líbero. El Káiser era mucho más que un defensa, pero fue el primero propiamente dicho que logró hacerse con el Balón de Oro. Con Alemania ganó la Eurocopa de 1972 y el Mundial de 1974, aunque curiosamente no fue aquel uno de los años en los que ganó el trofeo, siendo superado por escasos puntos por Cruyff, estrella de la finalista Holanda y con quien firmaría duelos legendarios. Con el Bayern ganó tres Copas de Europa consecutivas y forma parte del selecto club que ganó el Mundial como jugador y entrenador, al que este año se unió Didier Deschamps.
Lothar Matthäus (1990)
Digno sucesor de Beckenbauer como líder de la selección alemana, no en vano fue una de las piezas vitales del campeonato ganado por Alemania en el Mundial de Italia 90 en el que el Káiser alzó el título como técnico. Diez años antes ya había ganado la Eurocopa con la Mannschaft con apenas 19 años y una sola temporada como profesional. Matthäus podía jugar como central, líbero, mediocentro o interior, y desarrolló su brillante carrera entre el Borussia Mönchengladbach, Bayern Múnich y el Inter, en el que junto a Klinsmann y Brehme formó la tripleta teutona que ganó la Serie A y la Copa de la UEFA. Se retiró en el MetroStars de Nueva York y se le resistió la Copa de Europa, a pesar de que su Bayern era uno de los equipos más temidos del torneo.
En su primera etapa en el Bayern, en la segunda mitad de los años ochenta, sí mostró una buena faceta goleadora, aunque paulatinamente fue retrasando su posición.
Matthias Sammer (1996)
Y seguimos con otro futbolista alemán que hizo de la posición de líbero un arte. Hablamos de Matthias Sammer, que en 1996 brilló en la Eurocopa que ganó con la selección germana hasta el punto de ganar el Balón de Oro. Al igual que Matthäus, jugó en el Inter, pero no se adaptó al fútbol italiano y regresó a Alemania para jugar con el Borussia Dortmund, con quienes sí ganó la Liga de Campeones en 1997. En la clasificación por el Balón de Oro quedó tres puntos por delante de Ronaldo, que lo ganaría al año siguiente.
Pavel Nedved (2003)
Nedved no era el paradigma de un jugador ofensivo, sino más bien el de un centrocampista total que defendía, jugaba, atacaba y también tenía su número de goles. Podía jugar tanto de mediocentro como de interior y extremo, y puede considerarse uno de los mejores fichajes que ha hecho la Juventus cuando pagó por él 42 millones a la Lazio. Su gran salto a la escena internacional fue en la Eurocopa de 1996, cuando la República Checa sorprendió a todos y llegó hasta la final, donde fue derrotada por “gol de oro” ante la Alemania de Sammer.
En la clasificación del Balón de Oro batió ampliamente a Henry y a Maldini, y entre sus méritos para alzar el trofeo estuvieron el título de Serie A y alcanzar la final de la Liga de Campeones, que no disputó por sanción y que su equipo perdió ante el Milan en los penaltis. Fue elegido mejor centrocampista del torneo.
Fabio Cannavaro (2006)
Posiblemente uno de los galardones más discutidos de los últimos tiempos, pero de lo que no cabe duda es del magnífico Mundial que completó el central transalpino y que fue vital para que Italia levantase la Copa del Mundo por cuarta vez en su historia. También lo fue Buffon en la portería y que ganaría el Balón de Plata, completando Thierry Henry el podio tras perder la final con Francia.
Luka Modric (2018)
Y tras el Balón de Oro de Kaká y diez años después de la tiranía de Cristiano y Messi, llegamos al título de Modric. También ha tenido su cuota de polémica, pues Griezmann (Balón de Bronce) ganó el Mundial y también la Europa League y se postulaba como serio candidato, y también Cristiano (Balón de Plata) consideraba que merecía continuar ganando el premio un año más, pero ha sido el mejor jugador del Mundial quien se ha hecho con el galardón unos meses después de levantar también el The Best de la FIFA.