Decía Jorge Valdano que el fútbol es un estado de ánimo, y el Bayer Leverkusen ejemplificó la idea en el Allianz Arena: el equipo de Xabi Alonso salió al campo timorato, dominado bajo el yugo de un Bayern Múnich que acaparó el balón en su feudo y a los siete minutos ya mandaba en el marcador con un cabezazo de Harry Kane, que ha caído de pie en Alemania y los goles ya prácticamente se los encuentra, aunque cabe decir que no hizo mucho más en el encuentro. Durante 24 minutos, el Bayern recitó un monólogo en el que no dio opción al rival hasta que el lateral zurdo Grimaldo, valenciano en Leverkusen, ejecutó con maestría una falta que subía un inesperado empate al marcador. El gesto de Leroy Sané agitando la mano, cercano al lanzador, era buena muestra del tanto que acababa de marcar su rival.

El partido cambió a partir de ese instante: el Bayer Leverkusen se deshizo de sus cadenas y discutió el balón a los de Tuchel. Apareció el delantero nigeriano Boniface, revelación de los de Xabi en este inicio de campaña y que, aunque no acertó a continuar su buena racha goleadora, mostró credenciales con su regate y potencia. No obstante, el Bayern volvió a la carga y asedió la meta del Leverkusen en los últimos minutos del primer tiempo, pero se topó con un muro en la figura del finés Hradecky, que contó hasta tres intervenciones de mérito para mantener el empate en el descanso.

No quiso quedarse atrás el otro arquero del choque: no era Neuer, aún lesionado, sino Ulreich, recordado en España por aquel error en Champions ante Benzema hace unos años, pero este partido fue otra historia y cerró su portería ante las tentativas del Leverkusen. Entre Ulreich y Hradecky, que continuó acumulando intervenciones como un mano a mano ante Harry Kane, evitaron un marcador de escándalo ante las ocasiones de uno y otro equipo.

Ya caminaba el encuentro hacia el final cuando Mathys Tel protagonizó una buena jugada por la izquierda cuyo pase encontró destinatario en Goretzka, que marcó el 2-1 en el 86. Pero el reparto de golpes había hecho bueno el empate, y un penalti de Davies a Hoffmann en el descuento lo llevó Exequiel Palacios a la red para hacer justicia a lo visto en el césped. Las cosas siguen igual: ambos equipos llegaban con tres victorias y el empate los mantiene a ambos en lo alto de la tabla igualados a puntos, pero con el mérito de los de Xabi Alonso de haber sacado un empate del feudo bávaro.

Sobre el autor Ver todos los posts Web del autor

Gabriel Caballero

Periodista
[email protected]