El Arsenal acaba de hacer oficial en su página web la incorporación de Alexis Sánchez. Un traspaso que ya había trascendido desde hace días, y que finalmente se ha cerrado en una cantidad aproximada de 42 millones entre fijo y variables. Algo más de los 37 que costó hace tres años al conjunto blaugrana traerlo del Udinese.
La trayectoria del chileno en Can Barça tiene cierta similitud a la de Cesc Fábregas, ya en el Chelsea. Él también ha estado siempre muy discutido y mirado con lupa, y aunque ha tenido rachas de buen rendimiento, parece que todo ese crédito ganado a pulso se iba por la borda al primer partido malo u ocasión de gol fallada.
Alexis acaba de demostrar en el Mundial de Brasil que cuando se siente importante en un equipo, es un jugador de gran nivel. Con Chile se sabe la estrella, y hasta que la tanda de penaltis contra Brasil le apeó del torneo, estaba siendo uno de los hombres del campeonato. Pero ese liderazgo era inexistente en el FC Barcelona, donde tenía que lidiar con la presencia de Messi, y en el último año también de Neymar.
A pesar de todo, Alexis demostró que era un escudero fantástico para el crack argentino. Incluso cuando este estuvo lesionado, supo liderar el ataque blaugrana con varios goles con los que el Barça sacó un buen número de partidos adelante. De hecho, puede decirse con total seguridad que la última temporada, con el Tata Martino en el banquillo, ha sido el mejor año de Alexis como blaugrana, firmando 21 goles y 13 asistencias en 54 apariciones.
Su llegada al Arsenal resulta de lo más interesante a la par que esperanzadora para los gunners. Con su presencia, Wenger refuerza una zona del campo en la que flaqueaban desde la salida de Van Persie. Y es que todo apunta a que Alexis será el punta del Arsenal, aunque con mucha libertad para moverse por todo el frente de ataque. El chileno tendrá la confianza y libertad que necesita para saberse pieza clave de un equipo, y no un simple complemento. Ahora todo depende de él para demostrar que el fútbol inglés se adapta tan bien a su estilo de juego como cabe esperar.
