Decía Florentino Pérez al finalizar la temporada ganando la Décima, que el Real Madrid no haría grandes desembolsos de cara al próximo año. Que nada de gastar grandes cifras por un jugador, al estilo de lo que se hizo en su día con Cristiano Ronaldo, o más recientemente con Gareth Bale. Una vez más, el presidente blanco iba de farol. El Real Madrid acaba de hacer oficial el fichaje de James Rodríguez por un total de 80 millones de euros.
Un fichaje que, personalmente, me descoloca. En teoría iba a venir si se confirmaba la salida de Di María, pero el argentino de momento sigue siendo blanco, y Ancelotti está luchando para retenerlo. Es un jugador clave para sus planes. Todo esto sin tener en cuenta que son jugadores de perfiles diferentes. James aportará muchas cosas al Madrid, pero la salida de Di María dejaría unas carencias que el colombiano -ni ningún jugador del mundo me atrevería a decir- podría recomponer.
¿Dónde encaja James Rodríguez en el Madrid de Carlo Ancelotti? Es una duda que sólo solventaremos en cuanto lleguen los primeros partidos. Partimos de la creencia de que el técnico italiano, salvo circunstancias especiales, seguirá apostando por el 4-3-3 que protagonizó la pasada temporada del conjunto merengue. Un esquema que perjudica claramente a un tipo de jugador: el mediapunta.
Precisamente la posición del mediapunta es en la que mejor se desenvuelve James Rodríguez. Por tanto, ¿qué hará Ancelotti? Ya vimos como la pasada temporada la progresión de Isco se veía trastocada por ese esquema. ¿Ocurrirá lo mismo con James? Salvo que Ancelotti cambie de táctica, todo parece indicar que el colombiano tendrá que adaptarse a una nueva posición.
Esa podría ser la de volante, jugando a la altura de Luka Modric -aunque con mucha más llegada al área rival-. Porque aunque James brilla cuanto más cerca está de la fase ofensiva, es un futbolista que no duda en sacrificarse en labores defensivas. No es de esos como Cristiano o Bale a los que les cuesta bajar, pero tampoco tiene esa capacidad de desgaste de la que hace gala Di María.
Otra opción, aunque parece que menos probable, es que Ancelotti vea en él ese delantero para sustituir a Morata, y poder apaciguar las ausencias de Benzema con garantías. Una especie de falso nueve que, beneficiado por la capacidad goleadora de Cristino y Bale, pueda retrasar su posición, venir a recibir, colaborar en la creación y dar ese último pase. Al fin y al cabo, algo similar a lo que hace el propio Benzema.
El fichaje de James Rodríguez parece más propio de las circunstancias que de las necesidades. Como si el club blanco no hubiera querido dejar escapar la oportunidad de incorporar al máximo goleador del Mundial -posiblemente el que más se ha revalorizado en Brasil-, y que demostró gran habilidad haciendo público su deseo de jugar en el Real Madrid. No voy a decir que sea un mal fichaje, porque como futbolista es un superdotado y con toda su carrera deportiva por delante. Pero es inevitable que se manifiesten varias dudas: ¿vale realmente 80 millones? ¿dónde encaja en el esquema de juego merengue? ¿cortará la progresión de otros jóvenes como Isco? Habrá que ver cómo gestiona todo esto Ancelotti. Tiene una cosa a su favor: se lucha por seis títulos, por lo que las rotaciones y la profundidad de plantilla son más necesarias que nunca.