Estamos ante un cambio generacional. Un ‘fin de ciclo’, como les gusta decir a algunos. La selección española, campeona del mundo en 2010 y campeona de Europa en 2012 y 2008, ha perdido en los últimos meses a cuatro piezas vitales en su esquema. Puyol, Villa y Xavi fueron primeros y ayer lo anunció Xabi Alonso. Todos, los cuatro (juntos suman 444 internacionalidades), forman parte de una generación irrepetible de futbolistas que han llevado a España a conquistar los mayores éxitos de su historia. El tolosarra dice adiós y la estrella bordada en el pecho de la camiseta de la selección se queda un poco más huérfana.
Con la baja de Alonso para los futuros compromisos (para empezar, Francia el día 4 de septiembre y Macedonia el día 8), el equipo pierde equilibrio en el centro del campo, visión de juego y desplazamiento en largo. Tres de las virtudes que Xabi ha sabido imprimir en el equipo. Con la también ausencia de Xavi, el centro del campo se queda a dos velas. Se las tendrá que ingeniar Vicente del Bosque para repoblar la medular, tan beneficiada por una generación única como golpeada por el paso del tiempo y de los partidos. El tiempo todo lo cambia y esto no iba a ser menos. Tras la eliminación en la primera fase del Mundial de Brasil, no eran pocos los que pedían a gritos un cambio y paece que sus oraciones han sido escuchadas. La suerte para España es que cuenta con una nómina de futbolistas consagrados y jóvenes promesas que pueden hacer olvidar el pasado con un presente todavía brillante.
Ilusionan nombres como Mario Suárez o Koke, pulmones de un Atlético de Madrid vigente campeón de Liga y subcampeón de Europa. También el del joven Iturraspe, preseleccionado para Brasil y con un futuro prometedor. Estos nombres, junto a los de Busquets, Fàbregas, Iniesta y Cazorla, no se antojan un cóctel nada despreciable para el paladar.
Mañana mismo saldremos de las primeras dudas. Del Bosque dará la primera convocatoria post-Mundial y sabremos qué jugadores toman el relevo de Xabi y Xavi en el centro del campo. No es la única línea que le debe haber traído dolores de cabeza al seleccionador este verano. Las dudas que ofreció Diego Costa en Brasil, el poco protagonismo de Torres en el Chelsea y de Pedro en el Barça hacen intuir cambios también en la nómina de delanteros, de la que se despidió el máximo goleador histórico, David Villa.
Tampoco parece que sea el último adiós que Xabi Alonso entone esta semana…
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