Hoy es el día del padre y no hay mejor fecha para recordar aquellas sagas de padres e hijos que dejaron su firma en el mundo del fútbol. No son pocos, desde luego, los hijos que quisieron hacer de su profesión la misma que hizo célebres a sus progenitores, pero el hecho de que siguieran sus pasos no quiere decir que lo hicieran del mismo modo, no todos al menos. Algunos tuvieron menos suerte que sus padres, otros llegaron incluso a superar su fama, unos repitieron puesto en el terreno de juego, otros ni mucho menos, pero eso sí: seguro que todos los papás estaban orgullosos de sus hijos.
Comenzamos con uno de los mejores futbolistas que ha dado el fútbol mundial. Poco se puede decir de Johan Cruyff que no se haya dicho ya: en el Barcelona, como jugador y entrenador, lo significó todo al igual que el club para él, tanto que decidió llamar Jordi a su hijo. No obstante la sombra de su padre, también su entrenador y con quien debutó en el club azulgrana, fue siempre muy alargada y Jordi buscó triunfar en el Manchester United, donde tampoco tuvo la continuidad necesaria. No tuvo suerte en los grandes, pero sí que fue un muy buen futbolista como demostró en aquella Eurocopa del 96 con Holanda, con quien decidió jugar, y en aquel Alavés que hizo historia llegando a la final de la UEFA.
Continuamos esta vez con un futbolista en activo: se trata de Adrián González, que defiende esta temporada la camiseta del Rayo Vallecano. Su padre, Michel, fue un destacado centrocampista derecho del Madrid y la selección que poseía una privilegiada pierna derecha con la que colocaba el balón allá donde quería, generalmente en la cabeza de Hugo Sánchez. Su hijo, Adrián, guarda algunas similitudes con Jordi Cruyff: debutó de la mano de su padre, en su caso en el filial madridista (volverían a coincidir en el Getafe), y tampoco ha llegado a las cotas de su padre, pero sí que guarda en común con Michel una considerable calidad técnica, buen centro y el hecho de ser centrocampista de banda, eso sí: Adrián es zurdo y juega en el otro carril.
En este caso hablaremos de quien precisamente fue una pesadilla para Michel en sus duelos ochenteros: se trata de Paolo Maldini, el mítico lateral zurdo milanista que fue un muro infranqueable para el entonces jugador madridista. Su padre, Cesare, fue en los cincuenta y los sesenta uno de los mejores defensas del fútbol italiano, ganando con el Milan cuatro ligas y una Copa de Europa. Pocos podrían imaginar entonces que un día su hijo se convertiría en toda una leyenda del club. Cesare, que también ganó una Recopa y una Copa de Italia como técnico rossonero, entrenó también a su hijo en su etapa como seleccionador italiano.
Padre e hijo, ambos porteros y en su día guardametas del Barcelona. Tanto Miguel como Pepe pueden presumir de una prolífica carrera bajo palos: Miguel, además del Barcelona, destacó en el Córdoba y en el Atlético. Su hijo, por su parte, no pudo hacerse con la portería azulgrana pero fue un valladar en el Villarreal y hoy defiende la meta de Anfield. Ambos han vestido también la camiseta de la selección, pero también tienen en común que coincidieron con dos monstruos del arco: Miguel con Iríbar y Pepe con Casillas.
Otro portero azulgrana, aunque a Carlos Busquets no le sonrió tanto la suerte como a Miguel y Pepe. Inolvidables son sus pantalones largos, su peculiar estilo y el día en el que se quemó una mano intentando blocar una plancha. Se decía que poco importaba: utilizaba más los pies que las manos. Su hijo, Sergio, siguió sus pasos como futbolista del Barcelona y también su gusto por usar los pies: Busquets es hoy uno de los mejores centrocampistas de Europa y pieza clave del mejor Barcelona de la historia y de los éxitos de la selección.
Ricemos el rizo: en este caso no hablamos de padre e hijo, sino de toda una estirpe de futbolistas. Marquitos, fallecido hace un año, fue defensa del Real Madrid cinco veces campeón de Europa. Su hijo, en cambio, fue un destacado delantero del Barcelona y el Atlético de Madrid, donde también fue entrenador. También dirigió al Racing de su tierra natal y de su padre. El nieto, también conocido como Marcos Alonso, juega actualmente de lateral zurdo en el Bolton y surgió de la cantera del Real Madrid.
Otra saga de futbolistas, aunque en este caso hablamos de dos hermanos hijos de un buen futbolista como fue Periko Alonso. Todos ellos tienen en común la Real Sociedad, aunque al igual que Marquitos y Marcos, el padre vio cómo uno de sus hijos luciría la camiseta del eterno rival. Periko fue un muy buen centrocampista ofensivo del Barcelona, mientras que Xabi Alonso juega unos metros por detrás en el Real Madrid. Por su parte, Mikel, de quien decían en inferiores que era el bueno, no tuvo la misma suerte de su hermano y hoy juega en el Charlton Athletic de la tercera categoría inglesa, aunque en su día jugó a buen nivel en la Real.
Del hijo de Pelé muchos esperaban el renacimiento de O Rei, pero el vástago le salió portero, y no precisamente de los mejores. El que para muchos es el mejor futbolista de la historia vio cómo su hijo defendía la camiseta del Santos, el equipo que lo consagró, y también sus guantes, aunque fue más veces noticia por aspectos extradeportivos que por sus intervenciones bajo palos. Hoy en día, trabaja para el Santos como ojeador.
Un caso único en el fútbol mundial: Eidur Gudjhonsen, futbolista islandés, debutó con la selección de su país sustituyendo a su propio padre, Arnor. Eidur tenía entonces 17 años y Arnor el doble, 34. Fue un 24 de abril de 1996, día en el que Islandia ganó a Estonia por 3-2 con gol incluido de Arnor. Eidur se ha labrado una prolífica carrera que lo ha llevado a vestir la camiseta de clubes como el Chelsea o el Barcelona. Tras abandonar la disciplina azulgrana comenzó un peregrinaje que lo llevó al Mónaco, Tottenham, Stoke, Fulham, AEK, Círculo de Brujas y Brujas, su club actual. Por su parte, Arnor, delantero como su hijo, destacó precisamente en Bélgica, especialmente con la camiseta del Anderlecht.
Parece que fue ayer cuando Mazinho destilaba clase en la medular de aquel inolvidable Celta de Mostovoi, Karpin y el propio centrocampista brasileño. Campeón del mundo en 1994, Mazinho se labró una nombre en el fútbol español como está haciendo actualmente su hijo Thiago con la camiseta del Barcelona. Su hermano menor, Rafinha, aún permanece en el filial aunque ya ha debutado y dejado buenas impresiones en el primer equipo. Curiosamente, Thiago ha debutado con España mientras Rafinha tiene decidido jugar, si tiene la oportunidad, con Brasil, habiendo debutado ya con las inferiores.
Vienen fuerte: aún son jóvenes, pero prometen. Así, podemos destacar al hijo de una leyenda como Zinedine Zidane, Enzo, quien juega en las categorías inferiores del Real Madrid. Juega de mediocentro y se llama así por el uruguayo Enzo Francescoli, ídolo de Zizou. Por otra parte, hace unos días se confirmó el fichaje del hijo del ex deportivista Bebeto, Matheus (en honor del ex futbolista alemán), por la Juventus, que ha pagado dos millones de euros al Flamengo por su traspaso. ¿Recordáis aquella famosa celebración de Bebeto en el Mundial de Estados Unidos en la que simulaba mecer a un bebé? Era para él.
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