UEFA Nations League: Schuster, Luis Enrique y una España que aburre

El pasado 3 de septiembre ya escribí sobre lo ‘interesantísima’ que me parecía la UEFA Nations League y hoy vuelvo a juntar cuatro letras para reafirmarme de la inutilidad y nula emoción de un torneo que nadie sabe a ciencia cierta qué pinta en medio del apretado calendario de los clubes y del que tampoco nadie sabe qué diantres gana el que gana la Nations League.

Schuster me representa. El exentrenador del Real Madrid dijo hace unos días, después del partido de España contra Holanda, que «tendrían que quitar la Nations League, no vale para nada». This. Como podrá imaginar, querido lector, no puedo estar más de acuerdo con la afirmación del alemán. Schuster, junto a Gerard López ―así es― expresaba en El Transistor su punto de vista acerca de una competición que no tiene sentido alguno, que carece de emoción ―aunque se le quiera dar― y que más que animar al personal, lo amodorra. El partidazo contra Suiza que «obliga» a España a ganar a Alemania para alcanzar la tan anhelada Final Four lo corrobora.

Luis Enrique me representa. La cara de poema del seleccionador tras la pregunta de un periodista al término del partidazo ante Suiza al escuchar que un futbolista helvético había sido expulsado y que, fue a partir de ahí, cuando los suyos mejoraron sus prestaciones, lo dice todo. La involuntaria desconexión de Luis Enrique con el partido es la misma que, imagino, coincidirá con muchos aficionados que están esperando que estos partidos de costillada den paso a 1) la Liga y 2) la Eurocopa. En serio, ¿son necesarios tres partidos en seis días de la Selección? ¿En serio los clubes de la élite tienen que ceder a sus futbolistas, a los que pagan religiosamente mes a mes, para que echen estas pachangas que no conducen a ninguna parte? Pregunto, eh. «Este partido no creo que hiciera falta jugarlo», dijo Frank de Boer tras el amistoso de la Roja en Ámsterdam y que terminó con la lesión de Nathan Aké, central por el que el Manchester City pagó 40 millones en agosto.

España no engancha. La transición que se nos quiere vender no termina de colar. Son muchos factores. Entre que a los campos no asiste un alma, que el combinado nacional carece de identidad propia, que por nombres sí llama la atención pero en lo colectivo aburre a las ovejas y que no es capaz ni de ganar a Ucrania ni hacer lo propio con Suiza, fallando dos penaltis y jugando en superioridad numérica ―aunque Luis Enrique ni se enterara― un cuarto de hora, pues qué quiere le diga, querido lector, hasta en un sábado con confinamiento perimetral y toque de queda, a uno le surgen mil planes más apasionantes que observar una transición que, hoy por hoy ―alternativa al manido «a día de hoy»― tiene escasos visos de triunfar en la Euro 2021. Pero bueno, que en 2008 nadie daba un duro y mira tú por dónde.

PD: La última frase sirve para cubrirme las espaldas en caso de que suene la flauta. Es un recurso muy utilizado y además sirve para mantener cierta ilusión/esperanza en algo que adolece de ello (en la actualidad).

En NdF | La ‘interesantísima’ UEFA Nations League

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Fernando Castellanos

Periodismo deportivo. En NdF desde 2006. Hacer todo lo que puedas es lo mínimo que puedes hacer. [ Twitter]