De entre los cuatro partidos de cuartos de final, seguramente fue Holanda la selección que más méritos hizo para haberse clasificado sin sufrimiento. Y sin embargo, el conjunto oranje es el semifinalista que más ha sudado para lograr su billete hacia la gloria, por mérito de una Costa Rica que sin lugar a dudas, se va de Brasil con el distintivo de equipo revelación.
Se lo ha ganado por su tremenda competitividad a pesar de sus limitados recursos. Pero sabiendo de sus debilidades, Costa Rica se limitó a defender con uñas y dientes cerrando todos los huecos posibles, tanto para los pases de Sneijder como para las conducciones de Robben, que aunque volvió a demostrar que es el futbolista más en forma del Mundial, en esta ocasión encontró más obstáculos en el camino gracias a la generosidad en las ayudas de los ticos.
Y en las contadas ocasiones en las que Holanda era capaz de superar a la zaga de Costa Rica, se estrellaba una y otra vez en una de las figuras del campeonato: Keylor Navas. Su inspiración fue máxima, tanto en las salidas felinas de las que hizo gala en cada mano a mano con el rival, como en estiradas de auténtico mérito. Tampoco le faltaba esa dosis de suerte que acompaña a cualquier portero de primer nivel, porque en las tres ocasiones en las que él no llegó al balón, los postes se encargaron de impedir el gol.
Pero a pesar de las paradas de Keylor Navas, los pases de Sneijder y las carreras de Robben, el destino tenía a otros dos protagonistas reservados para el desenlace: Louis Van Gaal y Tim Krul. El técnico holandés se había reservado un cambio durante todo el encuentro, que ejecutó en el último minuto de la prórroga. Ante la sorpresa de todos los presentes, Van Gaal retiró a su portero titular, Cillessen, para dar entrada a Krul.
Todas las miradas se centraban en el espigado portero del Newcastle. Costa Rica iba a afrontar la tanda de penaltis con la seguridad que daba tener bajo palos a Keylor Navas, pero de repente vieron en primera fila ese sorprendente cambio y empezaron las dudas. ¿Quién era ese gigante? ¿Era un experto para este aspecto del juego? Van Gaal afirmaba después del encuentro que Krul sabía que jugaría la tanda, y que apostó por él porque con sus características le veía más capacitado. Pero lo cierto es que las estadísticas de Krul parando penaltis hasta ese momento eran bastante pobres, y el experimentado seleccionador oranje sólo buscaba dar un golpe de efecto. Dar entrada a un futbolista repleto de moral que hiciera dudar a unos jugadores rivales que se sabían en su momento.
Podría haberle salido mal la jugada a Van Gaal, quedar eliminado, y ser señalado por ese cambio. Lo que podría haberse definido como una desfachatez ahora es tildado de genialidad. Y lo es con merecimiento, porque Krul respondió en sus labores. Intimidó a los lanzadores costarricenses con sus gestos y palabras, acertó la trayectoria de los cinco lanzamientos, y logró despejar dos de ellos.
Ya sea con suerte o con maestría, pero no se puede negar que Louis Van Gaal está siendo el mejor entrenador del campeonato, acertando en todas y cada una de las decisiones que va tomando durante cada partido. Aunque el mérito de Costa Rica es enorme, Holanda no merecía quedarse fuera de las semifinales tras lo visto en los 120 minutos de encuentro. Contra Argentina tendrá un rival de mucha más entidad, pero eso también implicará la aparición de esos espacios que tanto le gustan a Robben y compañía.
