La marcha del capitán culé augura un nuevo problema para un equipo al que ya le costó mucho ir ocupando los huecos que dejaron otras leyendas como Xavi, Iniesta o Alves.
El FC Barcelona ya sabe que más pronto que tarde Sergio Busquets se retirará, al menos del fútbol de élite. Se especula con que pueda ser al final de la presente campaña, pero quizás, como favor al club, el capitán podría alargar un poco más su marcha. De cualquier manera, el problema es claro: encontrarle un recambio de garantías.
Un jugador infinito
Desde que el culé asomara por el primer equipo, en la primera temporada de Pep Guardiola, no ha habido mejor mediocentro que él en el club, despojando a otros grandes futbolistas que compartían posición como Yaya Touré o Javier Mascherano.
Así, el de Badía se convirtió desde aquel 2008 en indispensable, un jugador que lo ha ganado todo y que casi nunca ha tenido un recambio de garantías. Ahora, Busquets busca en su último baile de azulgrana unos nuevos éxitos como los que las apuestas de fútbol le confían al Barcelona, ya que le meten en sus pronósticos de ganador en todas las competiciones que disputa. Su excelente plantilla confeccionada el pasado verano y la manera en que ha arrancado la temporada, son los principales argumentos para que le equipo de Xavi Hernández vuelva a lo más alto de LaLiga Santander y pelee con los mejores por la Champions League.
El problema de la marcha de Busquets es que como este ha monopolizado la posición, el club no ha doblado la posición de mediocentro desde hace tiempo y no se cuenta con ningún nombre que garantice la continuidad de su buen juego y entendimiento táctico como el que necesita el Barça en esa demarcación.
¿Tres opciones para el Barça?
Todo ello lleva a pensar en la complicación que ha tenido en los últimos años el Barça para encontrar recambios a las leyendas que se han ido marchando. Costó mucho encontrar una dupla que rindiera, salvando las distancias, como la que formaron en su día Xavi Hernández y Andrés Iniesta (parece parcialmente conseguido con Pedri González y Gavi). También tenemos el ejemplo del histórico vacío de Dani Alves en un lateral derecho que, por cierto, sigue sin encontrar sucesor digno o incluso la poca competitividad que ha tenido Jordi Alba en un lateral izquierdo que por fin parece arreglado.
A partir de aquí, las opciones del Barça pasan principalmente por tres caminos. El primero, apostar por un Nico González de la casa, en el que todavía hay puestas muchas esperanzas. La siguiente solución, ir a por un joven español que apunta manera, pero todavía tiene que demostrar sus cualidades en un grande (Martín Zubimendi). Por último, está la opción de decantarse por un fichaje de un futbolista contrastado como es Rubén Neves, sobre el que no está muy claro cómo encajaría en el Barça en una demarcación clave como esa.
En definitiva, se avecina un próximo problema de regeneración para el conjunto culé, que empieza a verle las orejas al lobo y necesita actuar cuanto antes.