Un Clásico descafeinado, desnatado y con sacarina

barcelona real madrid

No sé vosotros, queridos lectores, pero el Barcelona vs Real Madrid que tendrá lugar este sábado me genera casi la misma ilusión que un lunes por la mañana. Bueno, quizá exagero, porque muy de forma interna uno siempre tiene la esperanza de que sea un partidazo, que haya goles, espectáculo, que te haga pasar un buen rato, que te evada durante 90 minutos de todo lo que nos envuelve, que no es poco, y que no es demasiado alentador.

Recuerdo que cuando volvieron los partidos tras los respectivos parones por el coronavirus, escuché a Roberto Palomar decir (creo que) en el El Partidazo de Movistar, decir que «si hay dos porterías y un balón, es fútbol». No cabe duda que se entiende el concepto de lo que quería decir, pero la realidad ha golpeado con fuerza una certeza que no se sostiene, o al menos pierde un gran porcentaje de su encanto, sin los espectadores. Sin almas desgañitándose en el graderío. Sin ambiente, ni ruido, ni cánticos.

Es fútbol, pero es fútbol descafeinado, desnatado y con sacarina. Un poco como el Clásico que nos espera. Al vacío del Camp Nou hay que sumar dos gigantes en horas bajas. Uno, por los constantes problemas institucionales y casi deportivos y el otro, por un inicio de temporada anodino y un proyecto que agoniza como un pájaro que ha perdido sus alas pero al que se insta a volar. Sigue estando en el reparto Messi, pero qué Messi; y sigue estando Benzema, al que ahora uno se aferra cuando tiempo atrás era un secundario tirando a figurante.

El otro día estrenaron en #Vamos un reportaje titulado ‘Cuando Figo volvió al Camp Nou’. Un fabuloso recordatorio de lo que le sucedió al portugués cuando, vestido de blanco, visitó la que fue su casa durante cinco temporadas y a la que meses atrás le había prometido amor eterno. Un ambiente infernal, probablemente el más heavy que ningún jugador haya vivido en un terreno de juego. Me imagino si la ‘traición’ de Figo se hubiese producido el pasado verano y en la silenciosa y plácida respuesta que habría obtenido en un contexto como el actual.

Si hay dos porterías y un balón, es fútbol. Pero descafeinado, desnatado y con sacarina.

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Fernando Castellanos

Periodismo deportivo. En NdF desde 2006. Hacer todo lo que puedas es lo mínimo que puedes hacer. [ Twitter]