“O viene Deulofeu o no viene nadie”, decía Galliani allá por el mes de enero. El interés del Milan por el entonces jugador del Everton no creaba excesivas expectativas: más bien parecía un paso más en la cuestionable política de fichajes llevada a cabo por el club lombardo, lejana a otros tiempos de mayor fuste. Pero, eso sí, llamaba la atención el marcado interés que tenía el dirigente italiano por el canterano azulgrana, al que seguía desde las categorías inferiores de la selección española. Quizá entonces se prometió a sí mismo llevar algún día a ese correoso y hábil extremo a Milanello, y vio en este último mercado de invierno la oportunidad perfecta. Una vez en San Siro, Deulofeu superó con nota los pronósticos más optimistas sobre su rendimiento hasta el punto de que el Barcelona ha visto en él, por fin, a ese jugador que necesita para su primera plantilla. Hasta el 30 de junio dispone de una cláusula de recompra de 12 millones a pagar al Everton, que hace un par de meses se daba por hecha pero que se ha demorado más de lo previsto.

Tras un buen primer año en Goodison Park a las órdenes de Roberto Martínez, una decepcionante cesión al Sevilla y el regreso al Everton, este año Deulofeu perdió peso en los Toffees con la llegada de Ronald Koeman. El Milan llamó a su puerta en el mercado invernal, y el jugador no se lo pensó demasiado. No parecía la liga italiana el mejor destino posible para que Deulofeu se reencontrase con su mejor versión, si bien es cierto que, aunque en la Serie A sigue primando la táctica como seña ineludible de identidad, cada vez es más habitual encontrar partidos desatados con muchos goles, y en ese terreno, Deulofeu se mueve como pez en el agua. En el esquema de Montella y sus innegociables extremos, el ex del Everton se encontró cómodo desde el primer momento para mostrarse como un jugador decisivo para el conjunto rossonero. A su velocidad y regate, su fútbol desequilibrante, añadió cuatro goles y tres asistencias en 17 partidos.

Con Suso por la derecha (protagonista de una gran temporada) y Deulofeu por la izquierda, las alas del equipo milanista han hablado español esta temporada, y ambos han sido clave para que la escuadra italiana vuelva a Europa tras algunos años. Ante la falta de rendimiento goleador de Bacca y Lapadula, el canterano barcelonista también ha jugado como falso nueve en algunos partidos. Ha sido, en definitiva, clave para Montella desde su llegada, lo que le valió para que Lopetegui (que lo conocía bien de las inferiores) tomase nota y lo llamase para la selección, protagonizando una destacada actuación en el amistoso ante Francia en el que su entrada al campo de Saint Denis revolucionó el partido.

Partidos como ese hacen que se insista en él como jugador de segundas partes, como revulsivo, y eso es precisamente lo que Deulofeu pretende evitar. En el Milan ha sido indiscutible en estos meses de cesión, se ha sentido importante y es lo que pretende seguir siendo. Sería, además, la mejor forma de ganarse un sitio en el próximo Mundial de Rusia. El Barcelona ve en él a un perfecto sustituto para la MSN, algo de lo que ha adolecido esta temporada, pero Deulofeu no quiere ser el nuevo Pedro, que se marchó precisamente porque quería ser titular con regularidad, algo que logró con el Chelsea. Con Messi, Neymar y Luis Suárez por delante es difícil salir en el XI titular azulgrana, pero el Barcelona también necesita una segunda unidad que, como se ha visto en el Madrid, es necesaria y también da títulos. Aunque la recompra por parte del equipo azulgrana se da prácticamente por hecha, no se descarta un posterior traspaso.

Inmerso en la Eurocopa Sub-21 con España, Gerard Deulofeu parece ya un veterano por el tiempo que lleva ocupando noticias y titulares, pero a sus 23 años es aún un futbolista por crecer. Su media temporada en Milán ha sido muy positiva, pero aún adolece en ocasiones de saber elegir mejor cómo terminar las jugadas.Para ello necesita minutos, y es lo que duda poder encontrar con regularidad en el Camp Nou. Podría seguir teniéndolos en el Milan, y la Roma de Monchi se ha fijado también en él como posible sustituto de Salah, recientemente fichado por el Liverpool. Su rendimiento en el Calcio está ya acreditado. Es ahora un jugador revalorizado que se va pareciendo a lo que apuntaba en sus inicios.

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Gabriel Caballero

Periodista
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