Mucho se ha dicho y se ha escrito sobre el último fichaje del FC Barcelona: Sergiño Dest (3/11/2000, Holanda). Seguramente más de lo que imaginábamos teniendo en cuenta que, a sus 19 años, acaba de aterrizar en la elite del fútbol. Eso sí, ha caído de pie. Pero hasta el momento ‘sabemos’ de boca de los expertos que es un lateral que ofensivamente mejora a Semedo, técnico, que no le hace ascos a recorrer la banda, que no desentona en el flanco izquierdo y que, sobre todo, le gusta sumarse al ataque con asiduidad. Lo que nadie puede negar, sin embargo, es que pocos jugadores de un perfil como el suyo ―un tanto desconocido para el gran público― han creado tanto hype a su alrededor como el que ha generado el estadounidense nacido en los Países Bajos.

A decir verdad, no soy de los que siguió la temporada pasada las vicisitudes del Ajax con cierta persistencia y, por lo tanto, para mí Dest se aleja de ser el típico futbolista del que uno puede hacer una radiografía, a vuelapluma, por la de sinfín de ocasiones que ha sido protagonista. No es, para que se me entienda, un jugador como Mbappé o Haaland que, quieras que no, han gozado del foco mediático que sus goles y actuaciones les han otorgado. De Dest, quienes por distintos motivos no podemos pasarnos un día completo viendo sus partidos, sabemos que tiene una pinta excelente. Por lo visto en algunos de sus highlights, por lo que dicen de él quienes sí se han pasado 24 horas observando su crecimiento o de aquellos que han podido llevar a cabo un informe pormenorizado de sus cualidades.

Y de Sergiño Dest, en esencia, se cuentan maravillas. Quizá el único ‘pero’ es que pese a ser lateral derecho, tiene lagunas atrás. Probablemente fruto de su vocación ofensiva e, indudablemente, de su edad. Dest todavía es un embrión de lo que puede llegar a ser, pero lo que se ha visto de él, pinta muy bien. Además, es una apuesta que, como está el mercado, es relativamente poco arriesgada, ya que ha costado 21+5 millones de eurosminipunto, aquí, para Bartomeu―. Llega avalado por Ronald Koeman y procedente de un club que mima su cantera y de la que han salido grandes futbolistas de la historia. Evidentemente, también grandes blufs ―recuerdo los días en los que Van de Vaart era el ‘nuevo Cruyff’―.

sergiño dest

La curiosidad que ha despertado Dest dista mucho de la que generaron otros jugadores destinados a ocupar la banda derecha azulgrana y que terminaron pasando con más pena que gloria por el Camp Nou. Hablo de Aleix Vidal, hablo de Douglas Pereira, de Wagué o incluso Semedo ―para mí, un cumplidor―. Ninguno, ni el reconvertido Sergi Roberto ha podido hacer olvidar la marcha de Dani Alves allá por 2016. Desde entonces, el juego ofensivo por los costados suele volcarse en la izquierda, donde Jordi Alba sigue surtiendo balones a Messi, por lo que la llegada de Sergiño podría reactivar un banda en desuso.  Precisamente de Alves es con quien más se compara a Dest, que ha reconocido que es en el espejo en el que se mira. Palabras mayores, aunque entre ambos existen ciertos paralelismos futbolísticos. Imagino que Douglas también se fijaba en Alves. O yo, cuando soñaba con ser futbolista, en Ronaldo Nazario ―su celebración haciendo el avión, la calcaba―.

Así que lo mejor será que Dest construya su propia historia como lo hizo Dani Alves cuando llegó a España, siendo un auténtico desconocido, para convertirse en uno de los mejores laterales derechos de la historia, primero en el Sevilla y después en el Barcelona. Sin compararse con nadie, sin más presión de la que ya va implícita cuando uno da un salto como el que acaba de dar Sergiño. Ni el Ajax es el Barça ni Dest es Alves. Las referencias están muy bien, las comparaciones ―que suelen ser odiosas―, un recurso habitual con toda cara nueva que se nos presenta, pero en este caso, teniendo en cuenta los mil y un factores que intervienen y que separan la fina línea del ‘éxito’ del ‘fracaso’, dejemos que Dest sea Dest.

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Fernando Castellanos

Periodismo deportivo. En NdF desde 2006. Hacer todo lo que puedas es lo mínimo que puedes hacer. [ Twitter]