Era un secreto a voces, o tan siquiera un secreto, que ‘lo’ de James Rodríguez con el Everton tarde o temprano terminaría cristalizando. El colombiano abandona el Real Madrid, al que llegó en 2014, después de ser una de las indiscutibles figuras del Mundial de Brasil, donde logró la Bota de Oro tras haber marcado seis dianas en cinco encuentros. Aquel verano, Florentino Pérez tiró la casa por la ventana por un mediapunta destinado a hacer historia, y tras pagar 80 millones al Mónaco, su paso por la Casa Blanca, ha sido, en esencia, decepcionante. No obstante, es una operación en la que los tres implicados salen de alguna manera victoriosos. Veamos por qué.
Gana el Real Madrid
Las cifras oficiosas hablan de un traspaso que rondaría los 25 millones de euros. Evidentemente, el desempeño de James ha devaluado su valor en el mercado (de 32 en la actualidad), pero el equipo blanco, si el ingreso es tal, puede darse con un canto en los dientes. El colombiano, que en julio cumplió 29 años, era uno de los descartes de Zinedine Zidane. No únicamente para la campaña entrante, sino que ya lo fue la anterior, donde tuvo que ‘comérselo’ al no encontrar acomodo lejos de Concha Espina. Un curso donde el cafetero tuvo un inicio esperanzador, gozando incluso de bastantes minutos, debido a las bajas, en los que repartió una asistencia y marcó un gol. Ahí quedó la cosa. Desde la jornada 11 a la 38, únicamente una aparición, ante la Real Sociedad en la fecha 30, en la que fue titular. Entre lesiones y suplencias pasó los encuentros previos; prácticamente en la grada los siguientes. El Real Madrid tuvo la picardía, en verano de 2017, de renovarle por una temporada tras acordar su cesión al Bayern por dos. Y digo picardía porque si no, este verano se hubiera marchado gratis. Tras dos años en la Bundesliga, el conjunto bávaro no hizo efectiva la opción de compra de 60 kilos, pero teniendo en cuenta que el próximo mes de junio finalizaría contrato, cobrar 25 millones de euros por un futbolista con el que no cuentas, supone un alivio para la tesorería merengue.
Gana James Rodríguez
La sensación que deja el paso de James por el Real Madrid es, como apuntaba arriba, decepcionante. Llegó con 23 años, tras haber destacado en el Mónaco, haberse comido el mundo en Brasil y con unas características y una zurda que le situaban en la cima de los cracks emergentes. Estaba destinado a formar junto a Cristiano Ronaldo, Bale y Benzema, un póker ofensivo de época. Con el mítico ‘10’ a la espalda, con Carlo Ancelotti en el banquillo, su primera campaña de blanco fue notable, firmando 17 tantos y dando 18 pases de gol. En su segundo curso, ni con Benítez ni con Zidane tuvo continuidad y su relación con el Bernabéu fue mermando. En el tercero, el francés lo utilizó como revulsivo, pero jamás se convirtió en pieza indispensable. Quizá por falta de compromiso, quizá porque no encajaba, o probablemente, por una mezcla de ambas. Su segunda etapa, comentada más arriba, es directamente omisible. En el Everton James se encontrará con el técnico con el que más a gusto estuvo en la capital, y que ya le socorrió cuando dirigía al Bayern: Carlo Ancelotti. Podrá disfrutar de los minutos que no ha tenido últimamente y en una competición, la Premier League, en la que si se adapta y le respetan las lesiones, puede acoplarse y servir balones a Richarlison o Kean. Eso sí, la exigencia física que encontrará en Inglaterra requerirá de más disciplina por su parte.
Gana el Everton
El Everton se refuerza con un futbolista que aunque llegue venido a menos, seguramente esté más motivado que ningún otro. Fichar por el duodécimo clasificado de la Premier, por un club con historia y títulos pero que no levanta ninguno desde 1995, puede que no suene muy ambicioso de buenas a primeras. Pero si un aliciente ha encontrado James para viajar hasta Merseyside ese no es otro que reencontrarse con Carlo Ancelotti. El del italiano será el primer ejercicio completo que dispute desde que aterrizara en Goodison Park el pasado mes de diciembre. Su objetivo por entonces era alejar de los puestos de descenso un equipo configurado para cotas más altas que luchar por evitar el descenso, y lo logró con creces. Llegó con cuatro puntos de ventaja sobre la zona de peligro y finalizó la temporada con un colchón de 15 unidades. Ahora tiene ante sí un reto mayor y para ello, de momento, la entidad no está escatimando en recursos: además de James, otro fichaje demandado por Carletto y que ha sido concedido es el de Allan, al que ya tuvo en sus filas en el Nápoles y por el que el Everton ha desembolsado otros 25 kilos. Con todo, el proyecto, con vistas al largo plazo ―Ancelotti tiene contrato hasta 2024― debería liderarlo James, vital para desatascar con su imaginación, último pase y preciso disparo, muros defensivos como los que se levantan en las Islas. Con él en su máximo esplendor, no debería ser una utopía para el Everton hacer sombra al Big Six de la Premier.
En NdF | James es el fichaje galáctico del Real Madrid 2014/2015 [2014]